A finales de los ‘50 en Porsche eran conscientes que el fin de la vida comercial de su superventas, el Porsche 356, estaba cerca. Se tomaron muy en serio el desarrollo del nuevo vehículo, ya que un fracaso comercial podría significar el fin de una marca como Porsche que articulaba toda su gama alrededor de un modelo único. Realizar una nueva actualización del veterano 356 fue rápidamente desechado y entre todos los prototipos ralizados entre 1.959 y 1.961 el 695 T-7 de Butzi Porsche y Erwin Komenda fue el destinado a ser la base del futuro modelo de serie.
Como buen Porsche, el nuevo prototipo contaba con un motor bóxer refrigerado por aire colgado por detrás del eje trasero, pero esta vez dotado de seis cilindros, alejándose de la configuración del VW Escarabajo del que derivaba su antecesor. El mayor problema fue que se trataba de un sedán de cuatro plazas algo a lo que Ferry Porsche se opuso rotundamente. Finalmente se optó por una configuración 2+2, se redujo la distancia entre ejes y se rediseñó la zaga con un estilo Fastback más a gusto del Jefe. Equipado con el nuevo motor de seis cilindros de 130 CV, una nueva suspensión delantera tipo McPherson, suspensión trasera ligeramente mejorada con relación al 356 y frenos de disco en las cuatro ruedas, el Porsche 901 fue presentado el 12 de Septiembre de 1.963 en el Salón de Frankfurt.
Porsche 911 Tipo 901 (1.963-1.974)
La historia del Porsche 901 no podía haber empezado peor. De primeras se tuvieron que enfrentar a una demanda de Peugeot que reclamaba los derechos de las denominaciones de tres cifras con un 0 central, por lo que tuvo que ser renombrado como 911 cuando ya habían sido producidas las primeras preseries en 1.964. Por si esto fuera poco los primeros 911 resultaban inestables en línea recta y poco efectivos en curva, algo nada propio de un deportivo de semejante prestigio. Los ingenieros trabajaron a destajo, resolvieron los errores de cadena de producción que alteraban la geometría de las suspensiones y añadieron dos contrapesos de fundición de 11 kg cada uno en los extremos delanteros del vehículo.
La puesta a punto del motor tampoco era propia de un Porsche, presentando una falta de potencia a medio régimen que se solventó sustituyendo los tres carburadores Solex por unos Weber de triple cuerpo, diseñados originalmente para los motores V6 de Lancia. En 1.965 finalizó la producción del 356 que fue sustituido por el Porsche 912, un 911 más económico que montaba el motor de 1.600 c.c. y 90 CV del Porsche 356 del que se llegaron a fabricar casi 35.000 unidades .
En Diciembre de 1.966 comenzó la fabricación del Porsche 911 Targa, una variante descapotable coronada por un vistoso arco de acero inoxidable que tomaba su nombre de la carrera Targa-Florio en la que tantas victorias había cosechado Porsche. La primera serie, denominada posteriormente Version I o soft-window, contaba con una luneta trasera de plástico desmontable gracias a una especie de cremallera que recorría todo su perímetro y un techo también desmontable. En 1.968 se presentó la Version II o hard-window con una luneta trasera fija de cristal que convertía el 911 Traga en un coupé con el techo desmontable.
En 1.969 se introdujo la Serie B, que aumentaba la batalla desde los 2.211 mm hasta los 2.268 mm sin modificar la longitud total del coche, mejorando con ello el reparto de pesos y la estabilidad en línea recta a altas velocidades. A partir de ese año se ofreció también una caja semiautomática de embrague pilotado y cuatro relaciones llamada Sportomatic cuyo principal mercado pretendía ser el norteamericano.
Los 130 CV iniciales fueron aumentando paulatinamente y entre las versiones deportivas destacaron el Porsche 911 R y el Porsche 911 Carrera RS 2.7. El primero fue una versión aligerada destinada a la competición. Contaba con puertas de aluminio, cárter de magnesio y culatas de dos bujías por cilindro (Twin Spark) que lo potenciaban hasta 210 CV. Sólo se fabricaron 20 unidades. El Carrera RS 2.7 de 1.973, homologado para el Grupo 4, contaba también con 210 CV gracias a una inyección mecánica Bosch Kugelfischer y era 100 kg más ligero. En 1.974, justo antes de ser sustituido por la 2ª generación (930), llegó el 911 Carrera 3.0, una versión aún más aligerada y potenciada hasta los 230CV gracias a un aumento de la cilindrada y la incorporación de una inyección Bosch K-Jetronic. Entre otras mejoras tomó el sistema de frenos del Porsche 917 y las mejorars realizadas en la versión de competición RSR, aunque eso sí, casi duplicaba el precio del Carrera RS 2.7.
FICHA TÉCNICA
Modelo |
Año |
Motor |
Cilindrada |
Potencia |
Par |
Transmisión |
Peso |
Vel. Máx. |
0a100 |
911 2.0 |
1964 |
Trasero tipo Bóxer de 6 cilindros y 12 válvulas |
1991 c.c. |
130 cv |
16,5 kg.m a 4,200 rpm |
Propulsión trasera. Manual de 5 relaciones |
1.171 kg |
211 km/h |
8.8 s |
911 S 2.0 |
1966 |
160 cv |
18,2 kg·m a 5200 rpm |
1.174 kg |
223 km/h |
7.6 s |
|||
911 T 2.0 |
1967 |
110 cv |
16,0 kg·m a 4.200 rpm |
1.156 kg |
208 km/h |
8.3 s |
|||
911 E 2.0 Sportomatic |
1968 |
140 cv |
18,2 kg·m a 5200 rpm |
Propulsión trasera. Semiautomática de embrague pilotado con 4 relaciones |
1.246 kg |
207 km/h |
9.0 s |
||
911 E 2.2 Sportomatic |
1969 |
2.195 c.c |
155 cv |
19,5 kg·m a 4,500 rpm |
1.244 kg |
216 km/h |
9.6 s |
||
911 S 2.2 |
1969 |
180 cv |
20,3 kg·m a 5.200 rpm |
Propulsión trasera. Manual de 5 relaciones |
1.121 kg |
233 km/h |
7.3 s |
||
911 T 2.2 |
1969 |
125 cv |
18,1 kg·m a 4200 rpm |
1.185 kg |
208 km/h |
9.4 s |
|||
911 S 2.4 |
1971 |
2.341 c.c. |
190 cv |
22,0 kg·m a 5.200 rpm |
1.154 kg |
231 km/h |
7.0 s |
||
911 Carrera RS 2.7 |
1972 |
2.687 c.c. |
210 cv |
26,0 kg·m a 5.100 rpm |
1.149 kg |
239 km/h |
5.8 s |
||
911 Carrera 2.7 |
1973 |
210 cv |
26,0 kg·m a 5.100 rpm |
1.149 kg |
237 km/h |
6.1 s |
|||
911 Carrera RS 3.0 |
1973 |
2.993 c.c. |
230 cv |
28,1 kg·m a 4.000 rpm |
1.016 kg |
238 km/h |
5.2 s |