Porsche 911 (930). 2ª generación. Historia y ficha técncia

En Octubre de 1.974, en el Salón del Automóvil de París, Porsche presentó un prototipo denominado Turbo con el que desveló, además de sus intenciones de llevar esta tecnología de competición a la gran serie, cuáles serían las nuevas líneas de su segunda generación del 911. Los cambios estéticos más significativos fueron los derivados de la incorporación de unos paragolpes capaces de absorber energía en los impactos a poca velocidad (Normativa EEUU). Éstos obligaron a rediseñar todo el frontal y la zaga. Los intermitentes delanteros abandonaron su posición original y se realojaron en los paragolpes y los pilotos traseros fueron unidos por una franja de material plástico que según la versión simulaba una rejilla o una enorme tulipa continua.

Mecánicamente se descatalogaron los bloques pequeños y el 2.7 se convirtió en el escalón de acceso a la gama, aunque la auténtica revelación llegaría en 1.975 con el Porsche 911 Turbo de 260 CV que crecerían hasta 300 CV en 1.977. Para digerir la potencia extra los pasos de rueda fueron ensanchados y se equipó con un enorme alerón tipo cola de ballena que además de mejorar el agarre del tren trasero aumentaba el flujo de aire hacia el motor. Contaba con una caja manual de tan sólo cuatro relaciones que, aunque era suficiente, el hecho de que los 911 “inferiores” contasen con cinco velocidades decepcionó a muchos usuarios.

En 1.977 Apareció el Porsche 911 SC, una versión deportiva que cosechó numerosos éxitos en rallyes y por cuyo volante pasaron auténticos campeones como Henri Toivonen y Bjorn Waldegaard. Montaba el bloque de 3.000 c.c. unido a una inyección Bosch K-Jetronic y una caja de cambios manual de cinco relaciones heredada del Porsche 915. Inicialmente contó con 180 CV que crecieron hasta 188 CV en 1.979 y 204 CV en 1.981. Entre los éxitos deportivos de esta generación del Porsche 911 se encuentra también la victoria, con Rene Metge al volante, en el París-Dakar de 1.984.

A partir de 1981 se ofreció también una versión Flachbau o Slantnose (morro plano) que emulaba la estética del Porsche 935 que estaba arrasando en los circuitos de todo el Mundo. Cada uno de los 948 Flachbau fue reformado a mano en talleres concertados por Porsche, equipándose con faros escamoteables y una serie de tomas de aire en las aletas anteriores y posteriores. Podían reconvertirse los 911 SC y Turbo, pudiendo instalarse en estos últimos un kit que situaba su potencia en los 330 CV. Esta transformación aumentaba un 60% el precio final del vehículo y aún así supuso un éxito, por lo que en generaciones posteriores Porsche volvería a ofrecer, de una forma más oficial el kit Flachbau.

En cuanto a versiones abiertas, además del ya conocido 911 Targa de techo desmontable, En 1.981 el concept Cabrio fue presentado en el Salón de Frankfurt, aunque su comercialización no empezaría hasta finales de 1.982. Se trataba de una versión totalmente abierta equipada con un techo de lona que supuso un éxito de ventas. En 1.978 fue presentado el Porsche 928 con la idea de sustituir al 911. Un nuevo concepto de Gran Turismo 2+2, con motor delantero V8 y un amplio maletero. En un principio la fecha de caducidad del 911 se fijó para 1.981, pero Peter W. Schutz, director de Porsche en aquella época, decidió continuar con el proyecto y en 1.989 la serie 930 fue sustituida por el Porsche 911 Tipo 964.

FICHA TÉCNICA