El Pegaso Z-102 nació en 1.951 con la idea de mostrar al mundo que en la España de aquella época había potencial suficiente como para construir un vehículo capaz de hacer sombra a Ferrari y Maserati. Tras un par de intentos infructuosos en 1.952 es ensamblado sobre el chasis 0102150-0109 (el noveno fabricado) el primer vehículo destinado exclusivamente a la competición, el Pegaso Z-102 Spider. El chasis fue recubierto por una ligera carrocería realizada con planchas de aluminio remachadas y dotado de un bloque de 2.500 c.c. equipado con un turbo y una potencia cercana a los 250 CV. En Mayo de 1.953 Joaquín Palacio vence en la Subida a Rabassada y su nombre quedaría unido para siempre al de la carrera.
Tras varias participaciones en competición victoriosas y batir algunos records, en 1.954 su carrocería es sustituida por una de fibra de vidrio más ligera aún y el bloque incorpora un segundo compresor. Celso Fernández vence en la Subida a Rabassada de 1.955. Ese mismo año, el vehículo queda prácticamente destruido tras un accidente en la Subida a Galapagar (Madrid) y es desguazado por ENASA. El Pegaso Rabassada que ha llegado hasta nuestros días es una réplica construida en 1.994 sobre el maltrecho chasis 0102150-0126. En 2.001, con motivo del 50 aniversario de los coches Pegaso, Celso Fernández, se puso a los mandos de la réplica del coche con el que, en un día de 1.953 en que el Bisiluro falló en Bélgica, batió varios records de velocidad en las modalidades de milla con salida parada, milla lanzada, kilómetro con salida parada y kilómetro lanzado.