El Porsche 959 fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1983, y aunque inicialmente estaba destinado a homologarse como Grupo B, se acabó convirtiendo en un polivalente y eficaz superdeportivo capaz de ganar el París-Dakar o codearse con los mejores coches en las 24 horas de Le Mans. Debido a las dificultades en su desarrollo, el Porsche 959 no fue comercializado en serie hasta 1987, aunque un año antes ya se había hecho con la victoria del Dakar.
El motor era una evolución del boxer de seis cilindros del 911 de segunda generación refrigerada por aire y agua, con casi tres litros de cilindrada, cuatro válvulas por cilindro y una potencia de 450 CV. Estaba realizado en aluminio, y tenía algunas peculiaridades como válvulas de escape rellenas de sodio, lubricación por cárter seco y bielas de titanio. Para mejorar su rendimiento se optó por una doble sobrealimentación en dos etapas mediante turbocompresores KKK, doble intercooler aire-aire y un sistema de inyección Bosch.
Para aprovechar al máximo el potencial del motor se desarrolló un sistema específico de tracción a las cuatro ruedas. El motor movía directamente las ruedas traseras mediante un diferencial dotado de un árbol de salida que transmitía movimiento al eje delantero a través de otro diferencial viscoso central. En condiciones normales la distribución de la tracción era de un 40/60, pudiendo llegar a un 20/80 en situaciones en las que se requería una máxima aceleración. La suspensión, que derivaba directamente de la competición, era de triángulos superpuestos, muelles helicoidales y doble amortiguador por rueda. Todos estos sistemas fueron la evolución de las soluciones probadas en el Porsche 953 que venció en el Dakar de 1984. Montaba también un sistema de nivelación con el que el conductor podía variar la altura libre al suelo entre 120 y 180 mm.
Para detener este superdeportivo que podía alcanzar los 319 km/h se incorporaron discos ventilados de 320 mm en el eje delantero y de 305 mm en el trasero, accionados por pinzas de cuatro pistones y equipados con un sistema antibloqueo. Porsche no escatimó en tecnología, y además de todo lo anterior, equipó al 959 con un sistema de regulación de presión de los neumáticos, cuidó la aerodinámica en el túnel de viento hasta conseguir un Cx 0,31, utilizó una carrocería en la que abundaban materiales punteros como el Kevlar y, por si todo esto fuera poco, utilizó métodos de la industria aeronáutica para el ensamblaje del coche.
Aunque nació para competir en el Grupo B, la abolición de éste antes de su lanzamiento obligó a los de Stuttgart a adaptarlo para triunfar en el Dakar, algo que consiguió en su segunda participación en 1.986, donde además fijó un record de velocidad de 234 km/h que aún sigue vigente. El Porsche 959 fue en su momento el coche con más tecnología puntera jamás fabricado, lo que hizo que hasta Bill Gates quisiese tener uno. Su producción estuvo limitada a 283 unidades, quizá por su desorbitado precio de salida de 230.000 $ de la época, y rápidamente fue eclipsado por su eterno rival, el Ferrari F40.
FICHA TÉCNICA
Motor
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Tipo |
Trasero longitudinal de 6 cilindros opuestos. Refrigeración mixta aire-agua. Válvulas refrigeradas por Sodio
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Cilindrada |
2.850 c.c.
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Alimentación |
Dos turbocompresores KKK y dos intercambiadores aire-aire
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Par máximo |
51,0 kg·m a 5.100 rpm
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Potencia máxima |
450 CV a 6.500 rpm
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Transmisión
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Tipo |
Tracción integral
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Embrague |
Manual de 6 relaciones
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Suspensión
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Tipo |
Triángulos superpuestos, muelles helicoidales y dos amortiguadores por rueda. Sistema de nivelación de la altura del vehículo.
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Frenos
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Delanteros |
Discos ventilados de 320 mm accionados por pinzas de 4 pistones
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Traseros |
Discos ventilados de de 305 mm accionados por pinzas de 4 pistones
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Prestaciones
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Acel. 0-100 km/h |
3,7 s
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Velocidad máx. |
319 km/h
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