El pasado 15 de noviembre la FIA aprobó finalmente la eliminación del sistema de hibridación en la categoría Rally-1 para las temporadas 2025 y 2026. Esta decisión no es más que la confirmación de la declaración de intenciones que ya realizó en febrero de 2024 de prescindir del conjunto de motor y batería suministrado por Compact Dynamics.
En el Rallye de Polonia de junio, Mārtiṇš Sesks se mantuvo en las primeras posiciones durante prácticamente toda la prueba al volante de un Ford Puma despojado de la unidad híbrida y lastrado, lo que puso en entredicho la eficiencia del sistema introducido en 2022. Por si esto fuese poco, las restricciones en seguridad impuestas por Compcat Dynamics tras el Rallye Acropolis de septiembre, que implican el desmontaje y revisión en fabrica del conjunto completo después de tres golpes de 15G o un impacto de 25G, han supuesto un importante nuevo sobrecoste para las marcas que tampoco ha ayudado a su continuidad.
Para igualar las prestaciones y la relación peso potencia con los actuales Rally-1, la FIA ha reducido el peso mínimo de los vehículos de 1260kg a 1180kg, pero también el diámetro de la brida de admisión de 36mm a 35mm. Con estas medidas se pretende reducir el coste de desarrollo de los Rally-1, lo que debería hacer esta categoría en la que actualmente compiten tres marcas (Hyundai, Ford M-Sport y Toyota) más atractiva para otros fabricantes, aumentando la competencia y reduciendo el salto entre Rally-2 y Rally-1.
El debate está encima de la mesa ya que, aunque la FIA a asegurado que sólo se utilizarán combustibles sostenibles neutros en emisiones obtenidos a partir de energías renovables, algunos sectores están poniendo el grito en el cielo por lo que consideran un paso atrás en la reducción de emisiones de este deporte. En cualquier caso habrá que esperar al nuevo reglamento de 2027 para saber si ésta es una solución temporal o definitiva.