El 11 de Febrero de 2.012 tuvo lugar una nueva edición de la Travesía Don Bosco. Tras el éxito obtenido el año anterior con la travesía de clásicos conmemorativa del 50 aniversario del centro de enseñanza, los organizadores decidieron convertir la Travesía Don Bosco en un evento anual. Una vez más la respuesta de los aficionados de la zona a los coches clásicos fue abrumadora y el cupo inical de 60 inscritos previsto tuvo que ser ampliado hasta 105 y fue necesario tomar prestado el patio del colegio anexo para poder alojarlos a todos.
A pesar del intenso frío, los participantes comenzaron a llenar el parque cerrado desde primera hora de la mañana. Allí se les entregaron los dorsales, libros de ruta y unas pulseras identificativas que les permitirían disfrutar de una suculente alubiada. Se trató de una jornada dedicada al mundo del automovilismo con múltiples actividades que giraron alrededor del evento principal, una travesía de más de 50 km con aires de prueba de regularidad. Para amenizar aún más el evento el Club de Slot del centro puso a disposión de los asistentes su pista de Scalextic en la que se pudieron disputar piques a tres vueltas o intentear batir el record de vuelta rápida de la jornada.
A las 12:00 tuvo lugar la salida de la travesía desde un puesto de control con toda la instrumentación necesaria instalado por el RACVN. Los primeros en tomarla fueron los participantes en motocicleta, algunos de ellos montados sobre ciclomotores de más de 30 años de antiguedad. Después se fue dando la salida a dos particpantes por minuto. Los vehículos se enfrentaron inicialmente a las duras rampas de ascenso al Castillo del Inglés, bajaron a Irun y tomaron rumbo a Lezo para, ya con los motores bien calientes, iniciar la subida al mítico tramo de Jaizkibel. Desde allí se dirigieron al Restaurante Beko-Errota a disfrutar de una bien merecida comida (sobre todo para los moteros). Los coches tomaron la salida ordenados cronológicamente por fecha de matriculación, convirtiendo la caravana en un pequeño resumen de los últimos 50 años de la historia de la automoción.
Tras la comida los vehículos partieron de nuevo hacia el Instituto donde pudieron disfrutar de un lunch de despedida y unas charlas. Mario García, uno de los responsables de la organización del evento valoró muy positivamente la alta afluencia de participantes y nos confirmó que intentarán consolidar esta iniciativa durante los próximos años. Si es así, allí estaremos.
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