Prueba Renault 4 GTL Clan (1.992)

El 28 de agosto de 2.011 se cumplieron 50 años de la presentación oficial a la prensa del Renault 4. Para celebrarlo decidimos emular a aquellos primeros privilegiados en probrar este mítico automóvil y nos pusimos al volante de un Renault 4 GTL Clan de finales de 1.992, una de las últimas unidades vendidas en España que nuestro amigo Epi (cuyo SEAT 600 ya probamos en su día) adquirió recientemente y nos cedió gustosamente. A pesar de ser coches obsoletos, el cuatrolatas y su hermano mayor, el Renault 6, siguen siendo muy apreciados en el ámbito rural por su capacidad de carga, robustez, fiabilidad y aptitudes camperas . Esta unidad corrió esa suerte y aún conserva un cierto olor a establo y no es extraño, apesar de las limpezas a las que ha sido sometido, encontrarse con algún que otro insecto o araña en sus múltiples recovecos.

Renault 4 GTL Clan

Más grande de lo que parece

A pesar de ser estrecho, el Renault 4 con sus 3,7 metros de longitud y su notable altura proporciona una espacio interior aceptable en el que la cantidad de chapa a la vista hace que nuestras voces produzcan eco. Una persona de 1,90 no tiene ningún inconveniente para acomodarse tras el volante, eso sí con el asiento (en esta versión con reposacabezas) en su posición más retrasada, lo que perjudica notablemente a las plazas traseras. El volante es muy vertical y hay poco espacio entre él y el salpicadero. El cuadro de instrumentos es claro, sencillo y completo y en el velocímetro, graduado hasta unos muy optimistas 160 km/h, hay unas indicaciones de cual es la velocidad máxima para cada marcha.

Interior Renault 4 GTL Clan.

El maletero es amplio y muy aprovechable gracias a sus formas cuadradas y su portón de acceso increíblemente grande ya lo desearían algunos monovolúmenes actuales. Los asientos traseros se abaten con facilidad dejando al descubierto una superficie de carga plana y convirtiendo al cuatroele en una pequeña furgoneta con una considerable altura de carga. El Acceso a las plazas traseras por sus estrechas puertas puede resultar algo incómodo, sobretodo cuando los asientos delanteros se encuentran en su posición más retrasada.

Maletero Renault 4 GTL Clan.

En Marcha

Tiramos del estarter, ponemos punto muerto y al tercer intento el motor arranca y comenzamos a sacarlo del garaje. La versión Clan monta dos retrovisores exteriores lo que nos facilita las maniobras. Estoy acostumbrado a los coches modernos y el morro me resulta desconcertantemente largo para un coche tan pequeño. Además como apenas tiene voladizo delantero en las curvas no barre, algo lo que hay que acostumbrarse. Tras varias maniobras enfilamos el coche a la rampa de salida a la calle, con una pendiente importante y una curva de 90º. El termómetro instalado en el salpicadero nos dice que el coche está baste frío, comenzamos a subir con el estarter a tope y el coche se ahoga. Volvemos a arrancarlo, quitamos el estarter y el coche vuelve a calarse. Lo arrancamos de nuevo, ponemos el estarter a la mitad y tras un acelerón salimos quemando rueda. Los 34 CV del bloque Sierra de 1.108 c.c. tiran con más fuerza de la que parece y según las marcas del velocímetro antes mencionadas podrían llevarnos hasta los 130 Km/h.

Bloque sierra 1.108 c.c. Renault 4 GTL Clan

Ya en el exterior comenzamos a circular. El 4L es estrecho y como apenas tiene voladizos maniobra bién. Su dirección es relativamente blanda en parado y a baja velocidad, lo que se agradece sobretodo al aparcar. El embrague es duro (típico de Renault) y la palanca tipo revolver ubicada en el salpicadero es bastante confusa e imprecisa, hace falta un periodo de adaptación. En 1ª Y 3ª velocidad apenas hay espacio para los dedos entre el pomo del cambio y el salpicadero y mis nudillos golpean continuamente la tapa del cenicero ubicado justo delante. Las marchas están bien escalonadas y el motor tiene elasticidad suficiente para poder mover el coche en 4ª a partir de los 50km/h.

Palanca de cambio tipo revolver

Pasamos por una zona de obras y el cuatrolatas hace gala de su suspensión, que filtra sin problemas todas las irregularidades y baches, aunque en ocasiones se puede notar como se retuerce la carrocería, lo que se traduce en chirridos y crujidos en el habitáculo. Aunque es confortable, quizá es demasiado blanda, lo que unido al elevado centro de gravedad del vehículo se traduce en un importante balanceo en las curvas, eso sí mucho menos exagerado que el de un Citroën 2 CV, su eterno rival. Los frenos cumplen su función sin excesivos alardes y detienen el vehículo correctamente.

Renault 4 GTL Clan. Vista trasera.

El Renault 4 Clan es la ultima y mas modernizada versión del cuartrolatas. Este Esloveno con 4 CV menos que la versión GTL fabricada por FASA, admite gasolina sin plomo, es menos ruidoso gracias a su silencioso final en la línea de escape (el tubo de escape ya no sale por un lateral ensuciando la rueda trasera izquierda) y venía de serie con dos retrovisores exteriores que facilitaban las maniobras y la circulación por ciudad, por donde a pesar de sus años y sus limitadas prestaciones se mueve con soltura. Ni todos estos refinamientos y ni la fidelidad incondicional de algunas personas hacia él consiguieron impedir que a normativa Europea que exigía la instalación de un catalizador el los todos los coches nuevos a partir del 1 de enero de 1.993 firmara su sentencia de muerte.

Renault 4 GTL Clan. Aletas delanteras.

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